lunes, 5 de abril de 2010

LA ENTREVISTA POR SEMANA SANTA no tiene nada que ver con semana santa

Pasó la SEMANA SANTA. Mientras la mayoría comió pescados, seguí devorando carne, salchichas y papas fritas con mayonesa. Mientras las tropas urbanas fueron a empolvarse de cristiandad al cerro Intiorko, me anclé en mi negra cama pantera, acomodando algunos libros y otros papeles y fotocopias que amontoné en estos 4 años de estudios en la universidad. Mientras que en casi todos los canales televisivos se programó una maratón de películas y eventos ligados a la religiosidad, yo estuve atrincherado en mi habitación ( que ahora pintamos de color verde limón ) viendo algunas películas de terror, gore, misterio y diversión (Van Helsing, El arte del diablo, Los Simpson y Rudo y Cursi).

Pero nones, no sería justo catalogarme de ateo o de herejito nietzscheanizado. Creo en Dios, pero no voy a misa. Leo la biblia por mi cuenta, a veces. Creo en la vida del más allá (ángeles y demonios, fantasmitas y extraterrestres), pero trato de satisfacer los deseos y metas que tengo en esta vida de carne, hueso y recuerdos. Así que desde aquí le digo a mi hermanita Jhira que por gusto me tira agua bendita diciéndome que voy a derretirme como en la película EL EXORCISTA o a convulsionar ( que la broma le sale linda a ella, aunque yo igual le gano, jaaa).

Dejando de lado la semana santa, hace unos días, me entrevistaron para el programa (de televisión local) PENETRACIÓN CULTURAL, dirigida por el adicto a filosofar, amigo de la gramática y admirador de la pornstar Sasha Gray y de las buenas cervezas, mi amigo MIGUEL MORI. Fue al salir de la universidad, caminando unas cuadras por la calle Arica (que está en Tacna y trae a la memoria que Arica a pesar de ser hoy chilena, antes fue suelo peruano y se anhela recuperarla, así cantan los soldados peruanos). Motivó la entrevista la publicación de mi libro de cuentos LA DAMA DE NEGRO, que fue en agosto del año 2009, en Lima, gracias a la editorial BOMBADIL PUBLISHING.

Posdata: al inicio Miguel me dice GRAN ROGGER. Creo que el GRAN es un superlativo, una ola de repentino halago. . Apenas me conocen como escritor mi familia, amigos cercanos, mi gato Marti y algunos cibernautas cosmopolitas y literatos de Tacna.