viernes, 20 de noviembre de 2009

¡¡Buen finde!!

De pronto cesó esta semana. Cesaron dos exámenes y un trabajo universitario se pospuso para el próximo martes, aligerándome así la presión que arrastré durante estos días. Ahora, por fin, ¡aleluya, Dios existe!, puedo sentarme con la mayor comodidad posible en el escritorio para leer unos cuantos libros que me esperaban.

Espero que todos pasen bien este fin de semana. Si salen a pasear o a discotecas con sus amigos más entrañables, diviértanse a más no poder, enloquezcan de alegría hasta llegar al sublime estado en que las mandíbulas les duelan de tanto sonreír. Si toman, tomen con muchas ganas pero sin tumbarse hasta perder la razón. Tomen con el estómago lleno (cena o almuerzo en proceso); caso contrario, sus tripas se irritarán tanto como las mías estuvieron hace un tiempo: A punto de colapsar.

Este sábado seré un espartano, toda la mañana me internaré en el gimnasio. Correré media hora en la faja trotadora. Correré media hora en la bicicleta estacionaria SPINNING III. Haré varias series de pesas hasta que el sudor me inunde y me relajaré en la ducha hasta que los ojos se me cierren al sentir un placer similar al del recién nacido. Good-bye, toxinas que se me acumularon esta semana de tanto estudiar para los exámenes memoriosos.

En la tarde quiero pasear al aire libre, caminar con la silenciosa compañía de mi sombra en un parque, comprarme un helado, comprar algo de ropa y pósters de rock-stars que pegar las paredes de mi habitación. Quiero ver si puedo encontrarme con una amiga que hace meses no visito: Laura. Es muy graciosa, simpática y hasta podemos pasarnos hooooras hablando de nuestras vidas (como si fuéramos dos rejuvenecidas viejas chismosas) . Al rato, le haré una llamada a su celular.
-¡Hola, Laura!

El domingo seguiré dándole personalizadas clases de Internet a mi padre, para actualizarlo, para que por fin él pueda tener su e-mail y sepa moverse en la computarizada onda del siglo XXI. (Eh, papá, este domingo leeremos juntos mi blog. Tu tarea: escribirás un comentario a este post).

La noche dominguera será dedicada a leer hasta la amanecida una novela que me recomendó hace un tiempo una amiga bloguer: LA LUNA ROJA, de LUIS LEANTE. Además, por cuenta propia, adquirí la amazónica novela EL PRÍNCIPE DE LOS CAIMANES, de SANTIAGO RONCAGLIOLO. Los compré hace una hora en el centro de la ciudad. Justo ahora los tengo en la mochila y ya ardo en ganas de recorrer, hasta sonámbulas horas de la noche, todas las páginas que pueda. Leer es volver a vivir, vivir un mundo paralelo y sin riesgo mayor que las letras crudas y al rojo vivo.

Hasta pronto, un acaramelado abrazo a todos mis amigos comentaristas (hay otros que visitan este blog pero que no dejan ni una palabra: ya, caramba, siquiera pongan una “A”).

miércoles, 18 de noviembre de 2009

LA REVISTA DEDOMEDIO (próximamente comentaré de ella en You Tube)

Si estás algo cansado de la prensa usual, de leer el robotizado lenguaje semi-imperante en la prensa escrita y telenoticiarios tienes una solución: DEDOMEDIO. Es una revista que leo desde hace unos meses. Llegué a ella por pura casualidad. Un antiguo jefe de un semanario donde escribí antes, me decía que DEDOMEDIO era original, divertida y moderna, que googlea como uno en la compu. Razón no le faltaba.

Ahora que soy legionario de esta revista y tengo más de 10 números en el escritorio, doy razones para leer DEDOMEDIO.

1) ES UN DESAHOGO. Si por algún motivo te sabes desde ya que ningún medio de comunicación les dirá a las autoridades y celebridades de tu fauna nacional las bajezas que se merecen, DEDOMEDIO sí sabrá decirle esas palabrotas que ya quisieras endilgarle a tu Presidente o a un cantante que se las dé de divo decadente. Además, hay unas fotitos tiernísimas, donde la gente levanta su gallardo dedo medio para la instantánea. Yo también quiero una foto así. !Ya alisto mis dedos!


2) ES BARATA.
Cuesta 9 soles en los quioscos. Pero en las librerías peruanas las puedes encontrar en ediciones pasadas -léase de segunda mano- a sólo 2 soles. Para el público internacional: con 2 dólares te compras 3 números.


3) MOTIVA LA CIRCULACIÓN DEL SISTEMA DIGESTIVO.
"DÓNDE" es una de mis secciones favoritas. Es una selecta agrupación de restaurantes, chifas y cebicherías con sus mejores platos y hasta con la fotito de los chefs y mozos que te cantan los precios. Uno feliz debe saber entregarse a la gula, porque luego de viejo perderás todos los dientes y ahí sí que lamentarás haber sido innecesariamente vegetariano o parco en tus buffets. Te lo digo como un glotón emperador romano:"!Éntrale, sin miedo. Comed y saciad vuestra gula!"

4)LOS DUMMIES LA NECESITAMOS COMO CONSEJERA SUBLIME. Son incesantes las veces en que busqué consejos en libros y hasta en amigos. No los encontré, no como quisiera. A veces los libros te aconsejan muy a la formal, o sea, como si fueran coelhianos (adjetivo que invento de Coelho) gurús que creen saber todos los misterios del universo. DEDOMEDIO te aconseja como tu mejor amigo, con jergas y todo. Muy peruanamente.

Me gusta además ese truco de la revista que tiene dos portadas volteables. Por un lado está una caricatura de un político y por otro lado encuentras la foto de algún cantante o actor muy célebres.Conclusión: Dale, enfílate en la legión DEDOMEDIO. También la puedes encontrar en la web. Clica en DEDOMEDIO.

lunes, 16 de noviembre de 2009

VOCACIÓN VERSUS ESTUDIOS (vencí al refrío, woo-hoo, pero ahora el martirio de memorizar)

Desde el viernes, sábado y domingo, estoy boqueado, varado en un sinfín de lagunas mentales. Para mí, escribir es como capitanear una aventura en lancha, a mar abierto, puedes moverte a donde quieras. Pero esos días enfrenté la ausencia del combustible literario necesario para escribir. El culpable: los estudios.

El martes tengo una prueba de unidad en la materia de Relaciones Públicas, en la universidad. Y claro, las 41 hojas de la separata que dio el profesor ni siquiera están resumidas. Debo de reescribir todo para darle un mejor orden y luego, memorizar. Memorizar pamplinas. Estuve pegadísimo a esas 41 hojas durante varios días con sus noches. Ya lo dije en un post pasado: no me gusta estudiar mucho, pero igual debo aprobar para luego decirle good bye a tales materias.

Y ni hablar de la franciscana idea de ser practicante de relaciones públicas o periodismo. Por lo menos en el gobierno regional de Tacna o en algún municipio donde al mes trabajarás más de 5 horas diarias -lunes a viernes- te darán la mísera propina de 100 dólares. Lo sé por amigos que tengo realizando sus prácticas preprofesionales en esos recintos. Cuando acaba el mes y sacan la cuenta de sus pasajes y comidas, no queda nada.

Yo quisiera hacer mis prácticas en una empresa donde se me pague decentemente. Y con eso, continuar ahorrando dinero para ampliar mi biblioteca y amoblar mejor mi hogar, mi dulce hogar donde mi mis padres, hermanitos y gato Marti me esperan con los brazos abiertos.

Académicamente, en la currícula de la facultad hay solamente 3 cursos referidos a la literatura y redacción (mis fortalezas). Lengua Española, Redacción Periodística y Periodismo Literario. Lo malo: a la mayoría de compañeros les cuesta muuuuucho trabajo aprobar estos cursos. Pero no es tan difícil, eh. Si lees un buen par de horas cada día, no necesitarás conocer todas las reglas gramaticales que tiene el uso de V o de la B, por ejemplo. En el salón solamente tres estudiantes superamos el 15 de nota en cursos de redacción. Cecilia, Lyria y yo.

En parte, ahora sé porqué el ensayista peruano José Carlos Mariátegui se declaraba anti-universitario y extra-universitario. Ahora sé porqué el argentino Enrique Symns dice que la universidad burocratizó el periodismo y que decayó el nivel periodístico. Ahora sé porqué el chileno Alberto Fuguet, en su novela Tinta Roja, dice "el periodismo es como la prostitución: se aprende en la calle".

Quiero escribir, hacer periodismo escrito. Los demás cursos se me hacen fútiles y accesorios ya que no me atraen ni pienso utilizarlos (ya analicé mis oportunidades y posibilidades al respecto, las letras me salvarán). Por eso amo el arte de escribir.