jueves, 17 de diciembre de 2009

REENCUENTROS (de amigos)


Llevo tres semanas, aproximadamente, sin postear en este blog. No fue por flojera, ni por estar hospitalizado ni por autopremiarme con unas inmerecidas vacaciones. Fueron semanas de pruebas, de presentaciones, de trabajos en la universidad. Menos mal, superé este enjambre de impedimentos. Ahora miro más tranquilo el televisor con mi mando en una mano y con un libro en la otra, reposando en mi cama pantera. Disfruto ver fútbol, boxeo, artes marciales mixtas y, claro, las locas aventuras de Bob Esponja. Qué desvarío.

Marti está feliz. Ahora usa el techo de mi casa como ring de combate, cuando otros gatos pasan por el techo. Los arañones y maullidos se repiten cada semana. Creo que a mi gato también le gustan las artes marciales mixtas.

Hubo un día que me hizo feliz. El pasado martes 15, compré un juego de pesas de 50 kilos, que incluían una barra olímpica y dos mancuernas. Contento, las levanté sobre mi pecho, las acomodé entre el ropero y la bicicleta estacionaria Spinning III de mi habitación. Invertir en salud es lo mejor.

Salud por la salud!!


Este sábado promete ser fabuloso. Después de dos meses, nos reencontraremos varios compañeros que hace 4 años acabamos juntos la secundaria. Esos años, éramos tan inocentes, tan traviesos; tener enamorada era todo un reto y un presumir. Ahora no, no tanto. Tomaremos el típico chocolate navideño, como se acostumbra en nuestro Perú, con nuestro panetón (bizcocho navideño). Además, tocaremos y cantaremos con la guitarra. Será en la casa de Alejandro (uno de mis mejores amigos, acaso el mejor), donde se reecontrarán sonrisas y los chistes y apodos de siempre. Somos un zoológico de apodos (motes, chapas, sobrenombres...)

Ya luego les contaré los pormenores y desvaríos de este efusivo reencuentro. ¡Cómo adoro a estos hermanos míos!