domingo, 14 de agosto de 2011

Quiero ser funcionario (público)

Tiempo que no escribo en el blog, al que regreso con la deuda que se tiene al amigo abandonado o al libro a media lectura. Me escucho, entonces, como un eco lejanoComo era de preverse, desde diciembre pasado que acabé la Universidad y ahora tramito mis documentos para recibirme como Bachiller en Ciencias de la Comunicación. Luego a por el título. 

Tras tanto tiempo de estudios (5 años que se pasaron volando, aunque pensándolo bien fueron laaaargoooos), empiezo a juntar mis documentos para poder trabajar algún día como funcionario (según Marta Hildebrandt -Libro: El Habla Culta- no se debe decir funcionario público porque es una redundancia, ya que funcionario significa: persona que trabaja para el Estado y tiene “funciones” que cumplir). Por eso me propuse, en un bienio, acumular experiencia laboral (requisito imprescindible en los concursos públicos).

Una pequeña reflexión que maduré desde que fui practicante del meritocrático Ministerio de Trabajo (1 octubre 2010/31 enero 2011) es que se puede laborar cómodamente en el sector público. Tuve una grata experiencia con el equipo de la Dirección Regional de Trabajo-Tacna.Te respetan las fechas del sueldo, los feriados, escolaridad, día de cumpleaños, una serie de beneficios que en el sector privado (en su gran mayoría) no existen. Enarbolábamos las  banderas de la responsabilidad y del compromiso. En la otra cara de la moneda están los funcionarios quejosos y problemáticos de otras instituciones, que deberían ser retirados y así se nos permita ingresar a los jóvenes que sí queremos marcar la diferencia. Darle un cariz honesto y jovial al empleado público.

Por salud del Estado Peruano es de vital importancia que el Gobierno de Ollanta Humala sí aplique la meritocracia, admitiendo a los jóvenes profesionales que tengan buenas calificaciones y  cero denuncias por corrupción o antecedentes penales. Cuando me entero de las denuncias penales por corrupción y peculado que cargan numerosos funcionarios de la Región y Municipios de Tacna, entiendo el porqué hay presupuestos tan mal invertidos en una política de cemento y no de cerebro. Mientras en Europa se potencian las becas de estudio, proyectos culturales, actividades de responsabilidad social, acá en Perú la mayoría de autoridades parecen tener el cerebro lleno de cemento y  comisión, cutraaaa

Las remuneraciones de los practicantes son  insuficientes, lo justo es que sean mejoradas. Y ni qué decir de algunos practicantes que conocí (ex compañeros) que en el Ministerio de Salud y Poder Judicial no recibían ni un centavo, naaaaada. O sea, el practicante pagaba su propio pasaje, como si la institución fuese tan sagrada y benévola para acogerlo en su nido. Y para caerse de cabeza, ¡todavía le exigen como si fuera otro funcionario bien pagado y con derechos laborales!

La palabra ABUSO  merece cincelarse en una piedra, ahí en la frentera de dichas instituciones, a la puerta de ingreso para que todo el mundo lo sepa. Quizás así le bajen por lo menos unos 300 ó 400 nuevos soles a los 4 mil ó 5 mil que gana el jefazo. Una migaja, ¿no?

A los amigos practicantes, chicos y chicas, no vayan a un lugar donde no les paguen por su trabajo. Ahora que si quieres hacer voluntariado, quizás ser misionero o, peor aún, explotado, ya depende de ti.

Por eso digo, como una publicidad de profilácticos que hace diez años había: "Decide tú mismo, no permitas que otro deSida."

En el amplio ramillete de decisiones que nos pide la vida, tengo la verde esperanza de ser funcionario algún día.