lunes, 1 de marzo de 2010

MI MEDALLA DE PLATA (karate shotokan)

Ayer domingo 28 de febrero (COLISEO PERÚ, de Tacna), por primera vez participé en un torneo de karate y gané la medalla de plata (segundo lugar). Aunque sé que me falta optimizar mi técnica, sé que no soy tan malo, pese a ser novato. Mi rezo al iniciar ese día fue: "Por favor, no quiero ser eliminado en el primer combate". Mi primer rival tenía shorts y un polo blanco deportivo. O sea, una ligera ventaja contra mí, si se toma en cuenta el peso del karate-gi (traje blanco de karate). Al iniciar, presa de los nervios por el debut, tras patearle, resbalé (ver video bajo este párrafo). Sin embargo, al ya reponerme, pude hacer puntos con un puño a su pecho y después una patada. Victoria!, pensé, mientras mi cara colorada por el esfuerzo sonreía.


La pelea que siguió fue con un tipo con cara de soldado que a mi cálculo mediría casi 1,80 de estatura. Además de verse fortachón(videíto manda, chocheras!). Pensé: "Este me puede aplastar de un golpe". Empecé la pelea eludiendo sus ataques, serpenteándome. Luego, en un descuido suyo, le conecté un golpe duro en el pecho que lo derribó al toque, dejándolo sin aire y demostrándole que mis puños no son de algodón. Entonces, confiado, empecé a atacar, hasta que él atrapó mi patada izquierda y me hizo caer (menos mal pude darme rápido una vuelta y esquivarlo). Al rato, logré otro punto más con un segundo golpe a su pecho cuando él saltaba para patearme. Lo paré en seco, otra vez ganaba.
Acá soy el de guantes rojos


Mientras tanto, en la tribuna, mi papá y (mis amigos) Alejandro y Ricardo miraban sorprendidos, acaso boquiabiertos, cómo yo me la pasaba de movida en movida como un gallito en peleadera. Fui a ellos, a tomar un poco de POWERADE, para revitalizarme y descansar los dos minutos reglamentarios. Además de escuchar sus consejos.
Al final, peleé con un compañero del dojo. Él es cinturón amarillo; yo, sigo en blanco. Pero claro, en los torneos, para distinguir mejor, a uno le dan cinturón rojo y a otros celeste, acorde al color de los sendos guantes que utilizamos.
Él había vencido a un chileno que medía más de 1,80 de talla, parecía muy grande para los que estábamos ahí. Una jirafa entre tigrillos. Pero el chileno perdió ante su rival que mide 1,60.
Peleé con él, la batalla final. Fue un encuentro muy parejo. Acabados los dos minutos (donde pude derribarle), nos dieron un minuto extra para el desempate. Acabado ese minuto, nos dieron ooootro minuto para desempatar. Ese minuto acabó, no había desempate. Entonces, decidieron que, el que conecte el primer golpe, gane. Así, luego de dos patadas mías, uno de sus puños conectó en mi cintura. Punto!
Luego vino la premiación, las fotitos. Al final, fue un empate técnico, como me dijeron algunos conocidos que veían la pelea. Estoy contento con esta medalla de plata. Ya daban más de las 3 de la tarde, fui a casa, a ducharme y a descansar.
Con PAPÁ, luego de acabado el torneo, celebrando la victoria de mi primer torneo. Prometo prepararme mejor para los torneos siguientes y aspirar a la MEDALLA DE ORO!!
Oss!!